Ley de desastres

A última hora el maldito feriado  empezó así:

                                                                                         
- Es Gómez,
  está enfermo. Babea.      
                       
  Larga como una espuma y no traga, ¿Ves cómo hace?  
   Probé con una  salchicha   y no la agarró.  

- Seguro que  tiene  rabia.

- ¿Así de golpe?

No hay peor día para morir que un feriado. No hay quién te entierre. ¡Nadie!

Entre medio del qué hacemos y el  perro espumoso, llama mi suegra:

- Querida, voy a tu casa! -  Y bueno: - venga  nomás-

Ahi empezó con que seguro había sido un sapo, porque viste que los sapos los mean en la boca.

- Yo no tengo sapos, le dije. 

- Pero pudo venir de la casa de al lado-

Un  patio con paredones hasta el cielo, no puede ser, salvo que  ahora los sapos  vuelen.

- Pudo tirártelo un vecino, hija, ¿viste cómo es la gente!

No contesté, me niego. Lo único que me falta es un vecino que  me odia por algo que no sé.

Ahí  nomás  cayó mi  hermana:

- ¿Qué pasó con el perro?

- No sabemos, no toma agua,  parece que tiene rabia.

-  ¿Son tarados? Qué  esperan para llevarlo?

Ahí salimos todos rajando  al veterinario: cinco personas, el perro, a  la loma del quinoto porque feriado y está todo cerrrado.
- Qué le pasa? preguntó la de la  guardia
- No sabemos. Babea.
- Muerde?
 Seis años de estudio para preguntar si un perro muerde: Claro que muerde. 
 Entre cuatro no le podían abrir la boca al pobre Gómez que apretaba los dientes y se resistía a todo coraje.
- Si le pasas los dedos por los molares, abre la boca- dije
- Sí? A ver mostranos- dijo la de guardia. 
- Ves? ahí abre lo más bien.
En medio de la técnica le ví algo atrancado en un diente.
-Tiene algo ahí- dije.
-Dónde?
-Entre las muelas-
- ¡Un hueso! Se le atrancó un hueso y eso le molesta,  dijo la veterinaria como en un Eureka, TAC, y en un segundo nos  mostró una porquería sin forma, de un asqueroso color marrón.
 Ciento veinte pesos y  a casa,  contentos, que no era nada.

Por  momentos  me pregunto si no prefiero una inyección letal.

Por suerte acabó el feriado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ahora siiiii!!!
Pobre Gomez!!!